El Psicodrama es una manera de hacer psicoterapia. Se inscribe dentro de las psicoterapias humanistas. Las psicoterapias humanistas comparten la profunda creencia en el ser humano y sus recursos para enfrentarse y superar los conflictos vitales.
Una psicoterapia psicodramática, es un proceso de intervención dirigido a reconocer los conflictos tanto internos como externos que nos afligen y encontrar los modos más benéficos y con menor sufrimiento para abordarlos y resolverlos.
El origen de los conflictos se considera el resultado de relaciones interpersonales que dañan. Toda relación adulta que no se sostiene en principios de reciprocidad, de respeto y consideración mutua se constituye en el germen del sufrimiento y a largo plazo se organizará en disfunciones, trastornos emocionales o de personalidad.
El ámbito de aplicación del psicodrama, en su origen, fue el grupo, y en sus ya más de cien años de desarrollo se ha convertido en una psicoterapia de aplicación individual, de pareja, familiar y de grupo.
Es una psicoterapia que ha dado respuesta y está en un proceso permanente de búsqueda de soluciones frente a los modos de sufrimiento que nos aquejan.
Se utiliza para enfrentarnos al desánimo y a los trastornos que éste genera, depresión, distimia, a la ansiedad y sus modos de organizarse, trastornos obsesivos, fóbicos, a las consecuencias de una realidad agresora, trastornos postraumáticos, al peso de las metas imposibles de la imagen y la delgadez, que se pueden organizar en trastornos de alimentación, etc.
Se emplea como un modo de deshacer las “máscaras” con las que nos relacionamos en la vida y con las que nos terminamos confundiendo, alejándonos de nuestra propia identidad y llegando a desarrollar trastornos de personalidad.
El Psicodrama es una apuesta y una propuesta por la salud mental en relación.